Todo sobre la doble limpieza

marzo 21 2023 – Yvonne Briones

Todo sobre la doble limpieza

Todo sobre la doble limpieza

Uno de los pasos más importantes del cuidado facial es limpiar la piel del rostro, como primer paso, antes de aplicar los productos de cuidado. Y es fundamental porque así preparamos la piel para que puedan penetrar mejor todos los activos que contienen los sérums y las cremas.

Agua y jabón no es suficiente ni lo óptimo para tu piel. Si alguna vez has retirado tu maquillaje con cuidado y a pesar de ello has amanecido con restos de máscara de pestañas alrededor de los ojos, sabes a lo que me refiero.  

Si ya no usas toallitas desmaquillantes y sientes que pasarte al agua micelar fue una gran decisión, te sorprenderá saber que existe una forma mucho más eficiente de limpiar y preparar tu piel: la doble limpieza. Sigue leyendo, que explicaremos de qué va y cómo puedes incorporarla a tu rutina.  

 

 ¿Qué es la doble limpieza? 

Como su nombre lo indica, la doble limpieza implica lavar 2 veces el rostro antes de aplicar el resto de los productos para el cuidado de la piel. El concepto básico detrás de esta práctica es que la primera limpieza se encarga de remover lo que sea que está sobre la piel: maquillaje, protector solar, sebo, contaminación y todo lo que se acumula durante el día. La segunda limpieza se encarga de limpiar la superficie de la piel, dejándola impecable y lista para aprovechar todos esos activos de tu sérums y cremas.  

 

Esta práctica no es un invento moderno. La doble limpieza se origina en el siglo XIV en Japón y Korea, en donde era común usar un limpiador oleoso para retirar el maquillaje blanco tan pesado que usaban las mujeres, geishas y actores, para luego retirarlo con algún jabón. De hecho, si alguna vez has participado en algún evento especial o hecho alguna actividad que requiera el uso de un maquillaje exagerado, sabrás que usar aceite de oliva es un viejo truco para limpiarlo fácilmente.  

 

¿Vale la pena? 

Invierte un par de minutos extra en la doble limpieza y notarás la diferencia de inmediato. Un estudio de 2019 asegura que el uso de la doble limpieza es mucho más eficiente para retirar los residuos de protector solar. Esto es porque la mayoría de los limpiadores faciales usados para la primera limpieza suelen tener una base oleosa. Estos aceites son mucho más eficientes para limpiar maquillaje y protectores solares a prueba de agua (waterproof) porque emplean el principio de la disolución.  

 

El protector solar y el maquillaje, además de la grasa que produce de forma natural la piel son sustancias hidrofóbicas o grasas; por lo que ambas repelen el agua. Para retirar estas sustancias tienes 2 opciones: usas un detergente muy fuerte y permita que el agua arrastre estas sustancias, o usar otra grasa. Suena un poco contradictorio, pero es que la grasa del limpiador se unirá a estas sustancias grasas porque las atrae y disuelve, para luego poder retirarlas con más facilidad.  

 

Te preguntarás ¿por qué no usar un jabón más fuerte?

Y es que estas sustancias son surfactantes potentes que son capaces de arrastrar las sustancias hidrofóbicas, pero suelen ser demasiado agresivas con la piel. No sólo arrastrarán esas partículas de suciedad, sino que se llevarán consigo todos los aceites naturales y protectores de tu piel, alterarán el manto ácido y la dejarán vulnerable e irritada. Usar dos limpiadores es mucho más eficiente, rápido y amable con tu rostro.  

 

Cómo se hace la doble la limpieza 

- Comienza aplicando el limpiador a base de aceite en la palma de tu mano. Distribúyelo suavemente, masajeando por la piel de tu rostro, cejas, y párpados. Esto ayudará a disolver el maquillaje, el sebo y el protector solar. No hace falta usar algodón, toallitas ni nada similar. Aquí vamos a relajarnos, masajeando con los dedos, disfrutando la sensación del aceite desmaquillante. 

 

Aceite Desmaquillante

 

- Aclara el aceite desmaquillante usando una toalla, esponja o con tus manos. Mejor si usas agua un poco tibia, pero no demasiado caliente que pueda secar tu piel. 

 

- Con la piel aún mojada, aplica un limpiador facial jabonoso. Puedes usar tus manos para hacer espuma y aplica suavemente sobre tu cara. Masajea sobre el rostro con suavidad. Foto de Espuma Limpiadora- 

 

 

- Aclara el limpiador y seca tu rostro usando una toalla suave (si es de uso exclusivo para tu rostro ¡mejor!) dando ligeros toquecitos. Evita frotar la piel o secar vigorosamente, porque esto puede lastimarte. Ya estás lista para continuar con tu rutina de skincare. 

 

Mi piel es grasa, ¿puedo hacer la doble limpieza?   

Muchas personas de piel mixta o grasa pueden temer que la base oleosa del limpiador facial pueda empeorar su condición, pero no hay nada de qué preocuparse, pues el aceite usado en el primer paso es no comedogénico, además está especialmente formulado para cumplir su función y se retirará con facilidad durante la segunda limpieza; así que permanece sobre la piel por muy corto tiempo.  

 

¿Doble limpieza en el caso de las pieles maduras o muy secas?

En estos casos la doble limpieza no será excesiva ni secará la piel precisamente porque en el primer paso se usa una sustancia oleosa, que no alterará el balance lipídico de la piel; más bien evitará que se seque aún más, como ocurriría con el uso de aguas micelares (que contienen surfactantes, es decir detergentes) o jabones.  

 

La recomendación general es hacer la doble limpieza al final del día, porque es en este momento que requieres eliminar maquillaje y/o protector solar, además de todas las impurezas que se acumulan a lo largo de la jornada. En las mañanas sólo hace falta lavar con un limpiador facial suave (el que usas en la segunda limpieza) para retirar las cremas que usaste la noche anterior y dejar la piel lista para tu rutina de cuidado facial.  

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