julio 18 2022 – Yvonne Briones
Te explicamos cuándo y cómo aplicar correctamente el protector solar.
Incorporar un buen protector solar a nuestra rutina de cuidado personal más que un capricho es una verdadera necesidad, en la medida en que previene el cáncer de piel (más del 90% de los cánceres de piel son consecuencia de la exposición solar). El uso del protector solar no impide que te pongas morena, sin embargo, por la cultura del bronceado no estamos acostumbrados a usarlo a diario.
De hecho, hay muchos mitos alrededor de su uso, cómo aplicarlo y si se debe reaplicar si no te da el sol, cada cuanto tiempo y si debes usarlo aun cuando estés en un lugar cerrado.
Es por ello que vamos a abordar algunas de estas preguntas y concepciones, con el objetivo de encontrar la forma correcta y más eficiente de usar el protector solar.
¿Debo usar protector solar si no me da el sol?
La respuesta corta es afirmativa, claro que debes usar un protector solar aun cuando no tengas planeado salir de casa u oficina. Te parecerá que al estar bajo techo no recibes luz solar, además si así fuera, en verano te quemarías aún dentro de casa; y si bien esto es relativamente cierto, a menos que estés en una caja cerrada sin ventanas ni luz, siempre habrá algún grado de exposición a los rayos ultravioletas.
Los cristales de la ventana no detienen a los rayos ultravioletas, sobre todo los UVA que son los responsables del daño profundo que produce hiperpigmentación, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.
De hecho, el envejecimiento acelerado de las manos y las manchas que aparecen suelen ser muy evidentes en aquellas personas que pasan varias horas conduciendo, pues los rayos UVA pasan por los cristales del coche sin mayor problema.
Si te preguntas por qué no sientes las quemaduras o la piel no se pone roja, es porque los cristales pueden detener una buena parte de los rayos UVB, que son los que causan los daños en la primera capa de la piel y que notamos en forma de enrojecimiento, ardor y hasta ampollas.
La luz azul: otro enemigo
Los rayos UVB que se cuelan por las ventanas no son lo único contra lo que debes protegerte, pues estudios científicos han demostrado que la constante exposición a la luz azul, emitida por las pantallas de TV, teléfonos, portátiles y tablets, tienen efectos adversos en la piel. De hecho, la luz azul estimula la oxidación celular, además disminuye la producción de colágeno. Esto se manifiesta en hiperpigmentación, arrugas prematuras, falta de firmeza y deshidratación. Recuerda: pasas una buena parte del día frente a una pantalla, así que la protección es fundamental.
¿Cada cuánto tiempo debo reaplicar el protector solar?
La regla de oro es que debes reaplicar el protector solar cada 2 horas, sin embargo, este tiempo puede variar dependiendo de un par de variables. En primer lugar, el tipo de protector solar que uses puede determinar su duración.
Según el tipo de protector
▪️ Los protectores con filtros químicos tienden a durar un poco menos porque se degradan en contacto con la luz solar, por lo que requieren ser reaplicados con un poco más de frecuencia.
▪️ Los protectores solares con filtro físico (con dióxido de titanio u óxido de zinc) tienen un mayor tiempo de duración, pero se ven afectados por el sudor y la capa lipídica natural de la piel, así que también requieren un retoque cada cierto tiempo.
Según tu día
▪️ Si usas un protector solar de tipo físico (que además son los más eficientes para la luz azul) y estás lejos de las ventanas, no sudas ni nadas, entonces puedes reaplicar con menos frecuencia.
▪️ Pero si estás en el exterior, expuesto a la luz solar directa, sudas y/o nadas, entonces no hay excusas: debes volver a aplicar el protector solar:
Tips de reaplicación de tu crema solar
🌞 Cada 2 horas, sin importar el SPF.
🌞 Cada 40 minutos, si nadas o sudas de forma abundante.
🌞 Cada vez que te seques con una toalla.
Recuerda que el daño solar es acumulativo, así que aun cuando te expongas sólo unos minutos al sol, es mejor estar protegido.
¿Cuánto protector solar debo usar?
El protector solar debería ser de un SPF 30 o superior, de amplio espectro y si tienes historia de quemaduras frecuentes, melasma, hiperpigmentación o eres de un tono de piel muy claro deberías buscar un factor de protección UVA+++.
Recuerda que el SPF no se suma, así que si usas protector solar SPF 30 y maquillaje SPF 15, no quiere decir que el SPF final será de 45.
Para que la protección solar sea efectiva, debes aplicarla de forma adecuada. Esto significa que debes usar suficiente producto y esparcirlo muy bien en todas las zonas de piel expuestas. Esto incluye cuello, orejas, hombros, manos y por supuesto, el rostro.
Tips de medidas para saber cuánto protector solar debes aplicar
-Para (casi) todo el cuerpo
Para situaciones en las que expondrás todo el cuerpo (o casi) como la piscina o playa, deberás usar el equivalente a un vaso tipo chupito. Y usarás la misma cantidad al reaplicar el producto.
-Rostro y cuello
Para calcular la cantidad necesaria a aplicar en el rostro y el cuello, basta con hacer dos líneas con la crema solar, una sobre el dedo índice y otra sobre el corazón. Recuerda ponerlo en todo el rostro, incluyendo la frente, orejas, cuello y escote.
El protector es el último paso de tu rutina de skin care matutina y va debajo del maquillaje. No te preocupes que muchos, por su textura, pueden funcionar como un primer increíble y hay otros que pueden aplicarse (o replicarse) sobre el maquillaje sin problemas.
Conclusión: ¡No olvides el protector solar! Este pequeño paso puede garantizar la lozanía y salud de tu piel por muchos años más.
Con protector solar no me pongo morena
¡El moreno no es saludable! Ponerse moreno significa que nuestra piel se está protegiendo ante las agresiones producidas por la radiación solar produciendo el pigmento melanina.
Es cierto que utilizando protección solar nos quemamos con menor facilidad, pero ningún solar protege al 100% por lo que no impediremos que los rayos solares penetren en nuestra piel. De hecho, aunque no nos quememos ni veamos el daño inmediatamente, la piel tiene memoria y va almacenando todas esas exposiciones y a determinada edad es cuando aparecen las temidas manchas.
Nuestro cabello también necesita fotoprotección
No olvidemos que el cabello (y el cuero cabelludo) forman parte de la piel y también sufre los efectos de los rayos ultravioleta. Se deshidrata, pierde brillo y proteínas.
Es recomendable aplicar filtros solares en el cuero cabelludo antes de la exposición. Además te recomendamos: lavar el pelo a la vuelta de la playa o la piscina con champú neutro, aplicar mascarillas hidratantes, y utilizar sombrero.
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