El problema de los ingredientes comedogénicos

noviembre 23 2022 – Yvonne Briones

El problema de los ingredientes comedogénicos

El problema de los ingredientes comedogénicos

Desde tiempos inmemoriales el acné es una preocupación para muchas personas. Ya no es una cuestión limitada a la adolescencia, pues una persona adulta puede tener brotes de acné. Estos pueden tener diversas causas, desde desequilibrios hormonales hasta el conocido acné cosmético, causado por ciertos ingredientes llamados comedogénicos, presentes en productos de maquillaje o de cuidado de la piel.

Para evitarlos hay quienes buscan la leyenda “no comedogénico” en la etiqueta del producto, incluso hay quienes buscan los ingredientes en una tabla que los clasifica del 1 al 5. El problema es que estas tablas no son 100% fiables porque en muchos países no hay un estándar real sobre lo que significa la etiqueta de “no comedogénico”.  

 

En Segle conocemos la importancia de la información. Creemos que todos debemos conocer un poco más sobre los activos presentes en los cosméticos pues es la única forma de tomar decisiones informadas sobre estos; así que vamos a desmontar muchos mitos acerca del peligro de los ingredientes comedogénicos.  

 

¿Qué son los comedogénicos? 

Los ingredientes comedogénicos son aquellos que tienen la capacidad de bloquear los poros. En teoría, son capaces de crear una acumulación de células muertas y aceites que taponan los poros y que se convierten en el hogar perfecto de bacterias, que lo inflamarán y convertirán en una pústula dolorosa. Los ingredientes comedogénicos se clasifican del 0 al 5, a mayor puntuación, mayor será la capacidad de este ingrediente de causar bloqueo en los poros. Este sistema (que además está muy extendido) parece sencillo, pero la verdad es que es más o menos arbitrario y poco preciso.  

 

¿Pero de dónde viene esta clasificación? Todo comenzó en la década de los 70’s. Muchas personas comenzaron a quejarse que ciertos acondicionadores para el cabello producían brotes de acné. Esto llamó la atención de un grupo de dermatólogos, quienes estudiaron el fenómeno y comenzaron a hablar del “acné cosmético”, estudiando muchas sustancias para determinar su acción comedogénica. 

 

El gran problema con esta investigación es que las pruebas se hacen sobre las orejas de conejos albinos. Si bien existe cierta similitud entre estos animales y la piel humana, la correlación entre la piel de conejos y la piel del rostro de los humanos es inexistente. Por otra parte, los conejos suelen tener una respuesta comedogénica mucho más rápida que la humana. Este método es ineficiente, poco preciso y hasta problemático; pero esto no evitó que los resultados de esta investigación, hecha hace más de 3 décadas, se hayan convertido en un estándar popular en la industria.  

 

¿Debo preocuparme por los comedogénicos? 

La verdad es que aun cuando existen ingredientes comedogénicos, no existe un estándar único que prediga la acción comedogénica de algún componente dentro de una fórmula. Asimismo, no todas las pieles reaccionan igual ante algún ingrediente. Uno de los grandes problemas con la escala de ingredientes comedogénicos es que no toma en cuenta la dilución del producto.  

 

Por ejemplo, el alcohol de lanolina acetilado es utilizado en la industria cosmética como un emulsionante, que además tiene propiedades suavizantes, calmantes para pieles irritadas y agrietadas, además de ser un buen oclusivo. En la tabla de ingredientes comedogénicos tiene una calificación de 5, es decir que es muy comedogénico; pero si se diluye en una concentración del 25%, esta calificación baja a 1, es decir que se convierte en un ingrediente seguro. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los productos comerciales, que no son sérums, tienen una composición de un 80% de agua entonces notamos que la concentración de un posible comedogénico puede ser mínima y no tendría ese efecto.  

 

En busca del producto seguro  

Si tu piel tiene propensión al acné, no te desanimes. Lo más importante para encontrar un producto seguro, que no cause ni empeore un cuadro de acné, es confiar en tu propia experiencia. Para ello puedes seguir estos consejos:  

 

- Si estás usando un producto con etiquetas que aseguran que es natural y no comedogénico pero notas que tu piel está reaccionando, deja de usarlo y echa un vistazo a los ingredientes. Revisa qué ingredientes tienen y en qué lugar aparecen en la lista. Los que aparecen primero siempre están en mayor concentración que los que aparecen en el final. ¿Hay algún comedogénico? ¿Hay algo nuevo que no hayas usado antes? 

 

- Si quieres comenzar a usar algún producto y tu piel es sensible o con tendencia al acné, haz siempre una prueba en una zona pequeña por varios días. Esto es particularmente importante cuando se trata de aceites y sérums, en los que prácticamente no hay ingredientes diluidos. 

 

- No huyas de todos los aceites. Hay quienes leen la palabra “aceite de…” en los ingredientes y sueltan de inmediato el producto y huyen en dirección opuesta. La verdad es que no todos los aceites son comedogénicos y pueden reportar un excelente resultado en pieles deshidratadas, sobre todo si se combinan con otros activos. Atrévete a probar el Sérum, Cellular Plus, por ejemplo, que además de péptidos antiaging contiene una mezcla exclusiva de aceites de Argán, jojoba, almendras dulces y rosa mosqueta. 

 

Lo que debes evitar  

Hay activos que son comedogénicos para una gran cantidad de personas y que no han pasado las pruebas y ensayos clínicos más recientes. Algunos de estos ingredientes comedogénicos que debes evitar son los que contengan estas características:  

- Ingredientes que contengan en su nombre “palmitato” o “estearato”. 

- Aceite de coco y todo lo que contenga la palabra “miristilo” y “miristato” 

- Colorantes rojos FD&C 

- Ingredientes que contengan “oleato” en su nombre 

 

Etiquetado: acné, blog_filter_Skincare, comedogénicos, ingredientes acticos, ingredientes oclusivos

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