enero 31 2023 – Yvonne Briones
Según la STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) los españoles usamos un promedio de 7 cosméticos diarios, cifra que va en aumento. Somos unos 47 millones de personas en el país. Ahora, imagina que cada persona tiene 7 envases de cosméticos en las manos y cada 2 meses los tira. Al final de año ¿qué tan grande sería la pila de envases de cosméticos vacíos? Esta es sólo una imagen que ilustra el impacto que puede tener la industria cosmética en el medio ambiente.
La cosmética sostenible se ha convertido en un estándar deseable desde que somos capaces de entender la huella que cada uno de nuestros actos cotidianos va dejando en el medio ambiente y su impacto a corto y largo plazo. El futuro promete integrar tecnología y conocimiento para lograr mejores productos, y la cosmética sostenible es uno de los primeros pasos para hacernos responsables por nuestro consumo.
Segle se ha convertido en una de las marcas que honra este compromiso con el medio ambiente y con tu piel, para crear productos eficientes, que respondan a tus necesidades sin sacrificar calidad y protegiendo el ambiente.
¿Qué es un cosmético sostenible?
Vegano, libre de crueldad, eco, bio, natural y sostenible son términos que muchos usan de forma intercambiable, creando gran confusión en lo que es la cosmética sostenible, así que vamos a despejar dudas. Un cosmético natural es aquel hecho de ingredientes obtenidos de plantas, animales, minerales y otros organismos. La cosmética Bio en cambio puede usar muchos productos, industrializados o naturales, pero se asegura de que para la producción de estos no se hayan usado pesticidas, fertilizantes o herbicidas.
Un cosmético vegano es aquel en el que no se emplean productos de origen animal: la leche o la miel, entre otros, no son permitidos en este tipo de cosméticos. Mientras que un producto libre de crueldad significa que no ha sido testado en animales.
Los cosméticos sostenibles van un paso adelante, porque no sólo pueden cumplir con cualquiera de las promesas anteriores, pues se basan en 3 reglas fundamentales: sostenibilidad económica, social y ambiental. Esto quiere decir que se ocupa de crear productos que satisfacen las necesidades del cliente actual, sin comprometer la capacidad del cliente futuro para satisfacer las propias. Para nosotros, alcanzar este criterio es posible porque nos encargamos de ciertos aspectos claves:
Cómo reconocer productos cosméticos sostenibles
No basta con que diga “eco”, “Bio” o “natural en el packaging. Estas etiquetas no significan nada, porque pueden ponerse libremente si se pone algún porcentaje mínimo de ingredientes naturales en su fórmula y ya. Lo que debes hacer es conocer un poquito sobre la empresa que lo elabora y prestar atención a algunos ingredientes y su packaging. Busca estos detalles:
- Sus ingredientes tienen un origen limpio
Esto quiere decir que los ingredientes naturales que se emplean deben ser naturales, provenientes de fuentes natrales y biodegradables. Estos ingredientes también deberían obtenerse de una fuente respetuosa con el medio ambiente, que sea autosustentable.
- Su elaboración es respetuosa
La materia prima se aprovecha al máximo, no hay malgasto de ingredientes ni recursos, además se hace con técnicas eficaces, en las que se maximiza la producción mientras se reduce el consumo de agua y energía. Por ejemplo, el procesamiento en frío de algún activo es preferido, porque no requiere un gasto extra de energía para mantener una temperatura elevada de los materiales. Asimismo, en el proceso de elaboración se procura generar la menor cantidad de residuos y se revierten tendencias que son perjudiciales para el ambiente, como el uso de microplásticos.
- El packaging también es ecológico
El origen y tipo de material del embalaje usado para el transporte y venta del producto es fundamental, y es que de nada vale tener un producto elaborado bajo las prácticas más verdes y sostenibles si viene envuelto en 4 capas de plástico, o se usan monodosis de materiales multicapas. Opta por productos envasados en vidrio, cartón, reciclables o reusables.
- El producto no altera el medio ambiente
Algunos exfoliantes, por ejemplo, resultan perjudiciales para el medio ambiente porque causan estragos con sus microesferas de plástico, que van a parar al mar y otros cuerpos de agua. Tu cosmético debería estar libre de compuestos tóxicos para el medio ambiente y deberías poder usarlo con total seguridad.
Segle: cosmética sostenible
Segle Clinical mantiene su promesa de ofrecer los mejores productos sin tener un impacto negativo en el ambiente. Comenzando con sus packagings, que cuentan con la certificación PEFC, que garantiza que el papel y madera han sido obtenidos y procesado siguiendo los estándares de calidad y elaboración más sostenibles, además provienen de fuentes controladas. Evita el uso excesivo e innecesario de plásticos, a la vez que apuesta por packaging con diseños simples y elegantes que maximizan el uso de materia prima.
Los activos biotecnológicos ahorran hasta un 99% de agua y suelo. El objetivo es aprovechar los recursos que nos ofrece la naturaleza, creando ingredientes eficaces usando extractos de plantas o de elementos marinos. Estos activos se obtienen con procesos biotecnológicos y se emplean en concentraciones óptimas para crear productos cosméticos eficaces.
Una parte importante de nuestra filosofía es el Skinminimalism; es decir, sabemos que es posible cuidar de la piel con menos pasos, para lo que creamos productos que si funcionan y que ofrecen múltiples beneficios concentrados. Con Segle no necesitas un arsenal de cosméticos ni una rutina de 10 pasos, un par de sérums puede ser todo lo que necesitas para crear la mejor versión de tu propia piel. ¿La mejor parte? Que con esto también gana el medio ambiente.
0 comentarios