¿Cómo escoger un protector solar?

¿Qué crema solar es la más efectiva?

Es necesario recordar que el uso diario de protector solar no es opcional si se quiere conservar por más tiempo la juventud de la piel, pero sobre todo si se quiere prevenir el cáncer de ésta.  

Sin embargo, a la hora de adquirir un protector solar es posible que te sientas un poco confusa. La etiqueta tampoco ayuda mucho, pues las siglas SPF, los números y otras frases tampoco suelen ser muy explícitas.  

Para ayudarte a navegar en el mar de marcas, productos y características, vamos a simplificar todo esto y lograrás escoger el protector solar más efectivo para ti.

Cómo escoger un protector solar  

 Conoce tu Fototipo   

No todas las pieles son iguales: la cantidad de melanina que tenemos condicionará la forma en que se comporte frente al sol. De aquí la importancia de conocer el fototipo pues de esto dependerá el tipo de protector solar que debes usar.  

Existen 6 fototipos básicos, determinados por características como el color de ojos, cabello y piel:  

✔️ Fototipo I: Piel muy blanca, cabellos claros o pelirrojo, ojos verdes o azules. Se hacen pecas y se quema con facilidad. Nunca se broncea, sólo se pone roja. Se recomienda SPF 50.  

✔️ Fototipo II: Piel clara con pecas, pelo rubio o pelirrojo y ojos azules o castaños que se broncean lentamente, pero se queman con facilidad. SPF 50  

✔️ Fototipo III: Piel clara, pelo rubio o castaño claro y ojos verdes o marrones. No se quema con frecuencia, puede broncearse. SPF 50  

✔️ Fototipo IV: Piel morena, cabello oscuro o castaño. Ojos oscuros. Casi nunca se quema, se broncean con facilidad. SPF 30 

✔️ Fototipo V: piel morena más oscura, cabello negro. Ojos oscuros. Se quema raramente. Su bronceado es intenso y lo adquiere con facilidad. SPF 30 

✔️ Fototipo VI: Piel negra, cabello negro. No se queman bajo el sol, aunque el sol les provoca daños igualmente, la piel sólo adquiere un bronceado más oscuro. SPF 30. 

Escoge el SPF adecuado 

Las siglas SPF, que suelen estar acompañadas por un número, significan Sun Protection Factor o factor de protección solar de los rayos UVB. Se tiene la idea que entre más alto sea el SPF, mejor protegerá la crema solar; pero esta es una concepción errónea, pues el número hace referencia al tiempo de exposición que podemos estar expuestos al sol sin riesgo de quemaduras (debidas a los rayos UVB). 

Si un protector solar tiene un SPF 30, quiere decir que si esa persona tarda unos 10 minutos en comenzar a quemarse si se expone de forma directa al sol sin protección, entonces al aplicarse una crema solar SPF30 tardará 30 veces ese tiempo, es decir unos 300 minutos o 5 horas.  

El SPF deberá escogerse de acuerdo al fototipo de la piel de cada persona, pero es mucho más sencillo adquirir siempre uno con SPF 30 o 50.  

Otro aspecto a tener en cuenta es que después de un SPF50, la efectividad del protector solar se mantiene prácticamente igual. Si adquieres una crema solar con un SPF 100 (que además suelen ser mucho más costosas) no habrá gran diferencia con una de SPF 50.  

El envase debe decir Amplio Espectro  

Esta parte es FUNDAMENTAL. Recordemos que los rayos solares están compuestos por diferentes tipos de radiación ultravioleta, entre los que destacan los rayos UVA y UVB. Los rayos UVB son absorbidos en buena parte por la atmósfera, pero los pocos que nos llegan se encargan de quemar la piel con rapidez, además de afectar las células de la piel y producir envejecimiento prematuro.  

La radiación UVA es la más peligrosa, pues si bien no la sientes de inmediato, no se detiene por el cristal de las ventanas, por ejemplo. Tiene efecto acumulativo, causa manchas, destruye el colágeno, afecta las células de la piel y acelera los procesos de envejecimiento, como si fuera poco es la principal causante del terrible cáncer de piel.  

Casi todos los protectores solares protegen contra los rayos UVB, pero no todos lo hacen contra los UVA. El bote de protector solar debe decir que es de amplio espectro, esto quiere decir que protege contra todos los tipos de radiación, incluyendo UVA, UVB, luz azul y otros. Si no es de amplio espectro, dice que sólo protege contra quemaduras solares.  

Otros símbolos que puedes encontrar en la etiqueta  

Las siglas HEVL (o luz visible), que indica que protege contra la luz visible producida por el sol y las pantallas de ordenadores y teléfonos.  

PA+ (o con más signos +) indica el nivel de protección contra rayos UVA. A mayor cantidad de +, mayor será la protección.  

Consejos para escoger tu crema solar 

No es lo mismo un protector solar que usarás en todo el cuerpo mientras vas a nadar en la playa que uno que usarás a diario, bajo el maquillaje, para ir a trabajar. Asúmelo: el protector solar diario no es opcional, sino obligatorio. Así que debes comprarlo teniendo esto en mente. Existen muchas presentaciones: cremas, gel, spray y hasta barras, prueba hasta encontrar tu preferido. 

Para el rostro es recomendable usar un protector solar de textura ligera, que puedas usar debajo del maquillaje a diario. No temas probar varios, la idea es encontrar uno con una textura ideal que puedas usar todos los días sin que te moleste. En cambio, si vas a nadar o sudar, es recomendable adquirir un protector solar que sea a prueba de agua.  

Cuándo aplicar la crema solar 

En principio debemos aplicar nuestro protector solar al menos 20 minutos antes de salir a la calle para que la piel lo absorba correctamente. Igual de importante es la cantidad (2mg por cm2), así que se generosa en el momento de la aplicación. Su renovación dependerá de diversos factores como el sudor, el roce de la ropa, si te bañas o haces deporte... Hay cremas que dicen que son resistentes al agua, pero eso no significa que no tengas que renovarlas después. En cualquier otro caso, el tiempo que manejan los expertos en piel es de 2 horas para renovar la crema solar y asegurarte una protección efectiva. Y si el protector indica water resistant, quiere decir que conservará el 50% del factor de protección tras 2 baños de unos 20 minutos. Lo mejor es que vuelvas a aplicar la crema cada vez que salgas de la piscina o el mar.  

Aunque tomes todas las precauciones, se recomienda que evitemos la exposición directa durante las horas centrales del día (12-18h). Incluso cuando está nublado los rayos de sol siguen atravesando nuestra piel y el daño sigue existiendo. 

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