Paso 1: Por la mañana a diario: aplica de tres a cuatro gotas del sérum Blue Balance a diario sobre la piel limpia del rostro y extiende con suaves toques por todo el rostro hasta que se absorba.
Paso 2:Por la noche a diario: con la piel limpia y seca, aplica 3-4 gotas del Sérum Pure Retinol, y extiende con suaves toques por todo el rostro hasta que se absorba.Después de 20 minutos puedes aplicar el Sérum Blue Balance.
Si es la primera vez que te inicias con el retinol empieza usándolo 2-3 noches las dos primeras semanas, y a partir de la tercera semana ya puedes pasar a noches alternas.Aumenta los días de aplicación de forma progresiva según tu piel se vaya acostumbrando, hasta usarlo todas las noches. Déjalo que se absorba unos 20 minutos y después aplica un sérum hidratante como Blue Balance. Recuerda utilizar protecciónsolar al día siguiente.
Paso 3: Por la noche y 1/2 veces por semana: utiliza Sérum Glicolmix después de la limpieza facial y con la piel seca. Deja actuar de 30 minutos a 1 hora. Según tu piel lo empiece a tolerar, puedes dejarlo toda la noche. Para evitar irritaciones en las primeras aplicaciones usa 30 minutos después el Sérum Blue Balance.
Quieres un tratamiento antiaging súper eficaz y con resultados visibles.
Tienes la piel apagada y notas que te falta luminosidad.
Tienes piel mixta/ grasa, y/o quieres mejorar la apariencia de los poros y afinar tu piel.
Tienes manchas, o marcas de acné.
Quieres suavizar tus arrugas.
Quieres mejorar la firmeza de tu piel.
Sérum Blue Balance 10: Antioxidante, hidratante con Niacinamida
Potencia la luminosidad de la piel y la protege del estrés, la polución y la radiación solar.
Sérum Pure Retinol 10ml: Antiaging global, antiarrugas con retinol puro + retino marino.
Nuestro sérum con el primer retinol marino del mercado, más efectivo que retinol puro al 0.5%, pero sin los efectos irritantes de la retinización.
Sérum Glicolmix 10ml: Exfoliante o peeling químico
Formulado con un 20% de alfa-hidroxiácidos (AHA's) para una completa renovación de la piel. Elimina las impurezas y células muertas de la piel. Ayuda a disminuir el grosor de la capa más externa de la piel, dejando una piel suave, lisa y luminosa. Gracias a su profunda acción exfoliante reduce arrugas, marcas de acné y manchas superficiales producidas por el sol.
Esta alga sintetiza, entre otros, dos ingredientes: pigmentos ficocianinas y enzimas fotoliasas, principalmente para defenderse y sobrevivir a estos factores externos tan poco favorables.
Gracias a la biotecnología azul podemos aislar estos activos tan beneficiosos que podemos considerar como filtros biológicos para prevenir de los efectos nocivos de la luz visible o luz azul.
El retinol forma parte del grupo de activos que consideramos transformadores de la piel. Este grupo, el de los retinoides es una familia de activos que incluyen a la Vitamina A o retinol y ácido retinoico.
Los retinoides son el activo estrella para para prevenir y revertir el fotoenvejecimiento, de hecho, se han hecho indispensables de cualquier rutina de cuidado facial que se precie por los múltiples beneficios que tienen en la piel.
La tretinoína o ácido retinoico, que fue el primer retinoide, empezó a utilizarse por dermatólogos para el tratamiento del acné en los años 60 y se descubrió su potente eficacia antiarrugas. Los pacientes que lo usaban comprobaron que, además de reducir los granos, la vitamina A mejoraba el estado de su piel, quedando más joven y lisa.
El retinol es un activo que nos puede acompañar durante toda la vida: por su acción seboreguladora y porque mejora la apariencia de los poros se incluye en muchos tratamientos antiacné en la adolescencia. Y a partir de los 30 años es efectivo para para prevenir el envejecimiento prematuro. A partir de los 40 es el activo estrella para tratar de forma efectiva las arrugas de expresión y mejorar la firmeza.
Son un tipo de ácidos naturales que provienen de diferentes plantas, frutas y alimentos muy utilizados en cosmética. Los dermatólogos los recomienda porque poseen una triple acción: exfolian, renuevan e hidratan la piel de una manera muy efectiva y por tanto mejoran su textura y su calidad.
De hecho, desde la antigüedad se han utilizado: Cleopatra se bañaba en leche agria (que contiene ácido láctico) para conseguir una piel mucho más suave y luminosa.
Los alfahidroxiácidos más conocidos son: el ácido glicólico (proviene de la caña de azúcar), ácido láctico (de la leche agria), ácido cítrico (como la naranja, limón, lima, mandarina), ácido mandélico (manzana verde) y ácido tartárico (proviene de la uva). Otros más nuevos son el ácido lactobiónico (se obtiene de la lactosa de la leche) y el ácido maltobiónico (se obtiene de la maltosa de la cebada).